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Ubicación: Arequipa, Perú
Monitoreo de calidad de agua para la preservación de vida marina en granjas langostineras en el Perú
El cliente
Una importante entidad internacional con operaciones en Perú, lleva adelante acciones enfocadas en el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria y la gestión de recursos naturales. El proyecto desarrollado junto a Ceneris se centró en el sector pesquero y acuícola, específicamente en la preservación de la vida marina en granjas langostineras. Este tipo de iniciativas contribuye directamente a prácticas de producción más sostenibles y responsables en el país.
La solución
Se diseñó e implementó un sistema de monitoreo ambiental automatizado, compuesto por equipos de alta precisión y fácil integración. Entre los dispositivos instalados destacan el datalogger CR310 de Campbell Scientific, el router RUT956 de Teltonika y la sonda multiparámetros Aqua Troll 600 de la marca In-Situ, junto con sensores especializados de pH, conductividad y RDO. También se incluyeron accesorios como el Puerto Port Plug y el Wiper Ring, asegurando una operación eficiente y continua. La solución se apoyó en tecnología GSM para la transmisión de datos, lo que permitió un monitoreo remoto en tiempo real.
El desafío
La instalación del sistema debía realizarse antes del inicio del ciclo de cultivo de camarones, lo que implicaba un tiempo limitado para implementar una solución confiable. El principal reto era la falta de herramientas tecnológicas y experiencia técnica local para lograr un monitoreo constante y eficiente de los parámetros del agua. Además, era esencial contar con un sistema que permitiera evaluaciones continuas durante todo el proceso de crecimiento de los camarones, con el fin de garantizar la bioseguridad y evitar pérdidas económicas.
El resultado
El sistema implementado permitió recolectar datos ambientales clave en intervalos de 15 minutos, lo que facilitó el análisis del comportamiento del agua en cultivos intensivos y semi-intensivos. Gracias a esta automatización, se optimizó la toma de decisiones, se redujo la necesidad de supervisión presencial y se mejoró la bioseguridad en las granjas. La solución contribuyó a una gestión acuícola más eficiente, sostenible y alineada con los estándares internacionales de calidad ambiental.